dilluns, 28 de juliol del 2008

La movilidad, el transporte público y las infraestructuras

Recientemente la Secretaria de Estado de Infraestructuras visitó junto al Alcalde de Cornellà el nuevo viaducto de Cornellà. En una comarca donde el déficit de infraestructuras para la movilidad sostenible es más que evidente, diria yo que galopante, fué una lástima el no haber mostrado a la Sra. Secretaria la estación de Cornellà y su muro que impide que los ciudadanos procedentes de Hospitalet, Barcelona y otras poblaciones allende no puedan acceder directamente al intercambiador de Cornellà, obligando a hacer un recorrido de bajada y subida de escaleras más digno de un país no evolucionado que gasta miles de millones de Euros en soterramientos y viaductos antes que potenciar de verdad la ecomovilidad. Parece que el ferrocarril se ha convertido de repente en una barrera infranqueable y hay que esconderlo. En el resto de Europa se deben pensar que algo nos debe pasar a los ciudadanos de estas latitudes.
Lástima que la Secretaria y autoridades no se acercaron al Intercambiador, a pocos metros del viaducto y no pudo ver cómo una obra reciente del 2004 ignoró plenamente al autobús, no como hacen en otros países, donde éste circula comparte con el tranvía determinado espacio para favorecer la intermodalidad, una palabra que los políticos de estas latitudes parecen no conocer. Claro la situación riza el rizo cuando se toca el tema de las paradas de autobuses en los municipios del Baix Llobregat, donde los obstáculos son permanentes: árboles, papeleras, farolas... todo para hacer más fácil la vida del ciudadano por no decir convertir en arte la conducción de este vehículo donde encochar y desencochar es un derroche de inteligencia.
Y eso ocurre incluso en vías urbanas recién remodeladas (e inaugurada poco antes de las elecciones locales de mayo 2007) como la calle Torras i Bages, justo detrás del Ayuntamiento de Sant Boi. Cómo se nota que quien gobierna no es usuario del transporte público. A la nula prioridad a la accesibilidad al autobús hay que sumar un nº limitado de plataformas de hormigón, aceras no alineadas etc.Y es que al todo poderoso coche y la motocicleta hay que seguirlos mimando aunque arruine la vida de sus conciudadanos, no sólo a nivel económico sino de salud y ambiental, degradando y robando el preciado espacio dedicado al peatón: la acera.
Y ya para acabar... por no hablar de la nula red de carriles bicicleta que comunican los municipios entre sí o éstos con sus respectivos polígonos. Y todo ello ocurre con un barril que superado con creces la barrera de los 100 dólares tiene como objetivo los 150-200 y hasta 250 según algunas fuentes.
Carlos Ortí
Socio de la PTP y socio de Bicibaix

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada